viernes, 27 de febrero de 2009

the reader


Hacía tiempo que no veía una película que realmente me hiciera implicarme.


El protagonista es el personaje más cobarde que he visto en mucho tiempo.


Estamos aquí para comprender, no para prejuzgar.


Muy recomendable.



lunes, 2 de febrero de 2009

¿Heroína, o villana? eva perón


Una mujer de orígenes humildes que alcanzó el poder através de su esposo, el general perón.
Pasó de no ser nadie, a primera dama de la nación argentina.
Y supo aprobecharlo.
Asumió el rol de defensa de los descamisados, quizás por enfrentarse a aquellas clases que la rechazaron a ella.
Tengo la sensación de que eva tuvo muchas ambiguedades. Se enfrentó con furia a los estamentos sociales que la rechazaban y se avergonzaban de su conducta, y logró desplazarlos del poder, para luego ella reproducir su modo de vida.
Una mujer que criticaba las fiestas de la oligarquía, a las que jamás sería invitada, y quizá por ello decidió montarse las suyas por su cuenta, siendo ella el centro de todo.
Hasta sus gestos de desprendimiento quizás estuvieran muy calculados.
No me gusta los baños de multitudes en los que se le ve encantada al ser aclamaba, ni que no tuviera reparos en ofrecer amparo a los nazis alemanes a cambio de sus diamantes.
Sin embargo, al margen de los motivos que la impulsaran a actuar, y quízás por ellos que le dieron la fuerza, tuvo el valor y la inteligencia de acorralar a los grupos sociales reaccionarios que necesitaban que se les pusiera contra las cuerdas, utilizando y defendiendo mensajes que comparto por completo.
.
En 1947, durante su viaje por la España gobernada por Francisco Franco, mantuvo una relación tirante con Carmen Polo, esposa del Generalísimo. Doña Carmen Polo la paseaba por el Madrid borbónico, cuando el interés de Evita era visitar hospitales y barrios obreros y lograr - como obtuvo - para Juana Doña, una comunista condenada a muerte, el perdón del caudillo.
De regreso, Evita contó: " A la mujer de Franco no le agradaban los obreros y cada vez que podía los tildaba de " rojos ". Me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo sino por imposición de una victoria. No le gustó nada ".