domingo, 18 de mayo de 2008

esto no es un blog de romanos

no quiero convertir esto en un monotema sobre el mundo antiguo! pero los que me conocen saben lo que me gusta la historia, y hoy por hoy, no hago más que leer sobre el periodo republicano jeje
tampoco queria hablar de política, pero es que esta semana el pp... no se si resistiré mucho más sin decir lo que pienso.
el otro dia me compré un libro con los discursos de cicerón, y la verdad es que son geniales, muy del rollito q a mi me mola.
resulta que Catilina había intentado dar un golpe contra la república, matar a los cónsules, incendiar Roma e invadir Italia con su ejército ayudado por un pueblo galo. (Siempre ha habido gente maja...) Los galos, finalmente le traicionan y acuden a cicerón, que era cónsul ese año, y le ponen al corriente de todo, entregándole todas las pruebas de que disponían.
Después de enterarse, cicerón se dirige al Senado reunido en el templo de Júpiter. entre los senadores acude también catilina. cicerón le sorprende iniciando así su dicurso:

"¿hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Durante cuánto tiempo aún, tu temeraria conducta logrará esquivarnos? ¿a qué extremos osará empujarnos tu desenfrenada audacia? ¿ni la guarnición nocturna del palatino, ni los vigilantes urbanos, ni el temor del pueblo, ni la oposición unánime de todos los ciudadanos honestos, ni el hecho de que la sesión se lleve a cabo en este edificio, el más seguro para el Senado, te ha turbado, y ni siquiera los rostros o el comportamiento de los presentes? ¿no te das cuenta que tus maquinaciones han sido descubiertas? ¿no ves que tu complot es conocido por todos y ya ha sido controlado? lo que hiciste la noche pasada y la anterior, dónde estuviste, a qué cómplices convocaste, qué decisiones tomasteis, ¿crees tú que exista alguno de entre nosotros que no esté informado?"

El pobre catilina abandonó roma tras el discurso, tratando de hacer creer que se marchaba al exilio, pero corrió a reunirse con su ejército, que al final, fue derrotado. a cicerón se le nombró padre de la patria por haber salvado roma.

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