domingo, 18 de mayo de 2008

ideas

No hay una bandera que enarbole mis ideas
porque la mayor es la libertad.

Los colores clasifican y rompen la individualidad
y no tengo porqué pensar como los demás.

Es bueno, lo que es bueno para mí y para ti.
El universo es nuestro. De nadie más.

No existe el Dios que nos hacen creer.
No existe el ojo que vigila nuestros secretos.
No existe el ojo que se abochorna de nuestros vicios.
No existe el ojo que nos juzga y nos condena.

El oro de los tronos es caduco.
Es caduco el oro de las vírgenes.

El oro es frío, vacío, solitario.
El oro no tiene el calor del fuego,
el oro no arropa, el oro no consuela.

Dame a mí tu mano. yo te acogeré.
tu cuerpo es mi universo
y quiero vivir dentro de él.

Allí estaré mejor, no notaré la diferencia.
Nunca he creído en su infinitud.

abrázame y no te separes de mi
no quiero que me dejes pisar la tierra
¡levántame los pies del suelo!
que tantos hollaron antes que nosotros.

1 comentario:

  1. La libertad incluye cierto orden que nos guía,
    que nos permite “ser nosotros”
    andando sin tropezar,
    conviviendo con los demás.

    Así mismo existe un Dios,
    que no vigila nuestros secretos,
    los comparte con nosotros;
    que no se abochorna de nuestros vicios,
    los comprende y los disculpa.

    No es Lo vengativo a temer,
    sino, Lo amoroso a querer;
    que no busca nuestro mal,
    sino nuestro bien.

    Nuestra mente es limitada,
    y muchas cosas se escapan
    a nuestro entender.

    Sin embargo, no hay mas que saber,
    como Ley ya demostrada,
    el 1er Ppio de la Termodinámica,
    “La materia ni se crea ni se destruye,
    simplemente, se transforma”

    Todos somos energía,
    encerrada en materia orgánica,
    que nos individualiza y nos confiere
    cualidades especiales.

    Ésta nos permiten interaccionar,
    Percibir, sentir, reaccionar,
    Nos lleva a la locura
    e incluso a la sensatez,
    a odiar o apasionarnos.

    No, mi cuerpo no es infinito,
    se agotará y se apagará.
    Pero esta energía no, ésta sí perdurará.
    ¡Y ésta me permite amarte!

    Déjame conocerte,
    para poder comprenderte.
    Déjame saber cuál es tu alegría y cuál tu tristeza,
    para hacerlas mías y compartirlas.

    Mi mano te estará siempre tendida
    esperando a que la cojas.
    Mis brazos estarán siempre abiertos
    esperando a que te acerques.

    Toma mi mano y vuela conmigo,
    te garantizo que no te dejaré caer.

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